Desde Kunming, una ciudad sin mucho que hacer y tras pasar casi 30 horas de tren seguidas llegué a Hong Kong. Dicen que es China. Oficialmente es China. Pero tiene poco de Chino. Control de inmigración a la entrada y salida, diferente moneda, diferentes costumbres, diferente cultura, diferentes comportamientos y educación que en el resto de China.
Entrar en Hong Kong fue como visitar un país nuevo, salvo que todo está en Chino. Y como no también está todo en inglés. Pro fin un lugar donde poder preguntar a la gente sin problemas, leer los carteles y enterarte de las cosas.
La ciudad me ha impresionado bastante. Situada al borde del mar, la gran mayoría de edificios (y no sólo el centro de negocios) son torres de una altura que en España serían rascacielos. Bueno, todo excepto el barrio antiguo, pero el resto cientos y cientos de torres que hacen que pasees por donde pasees te sientas el hombre más pequeño del mundo. Y no parecen mamotretos sin más me ha gustado…quizás echaba de menos ya un poco de ciudad, de asfalto, de tráfico normal, de pasar desapercibido…
He coincidido con la chica que se marchó de Tagong con mal de altura.Aquí se encontraba en su terreno, totalmente. Ha comprado todo Hong Kong y sus visitas a la ciudad han sido básicamente los centros comerciales y mercados que hay. Ha sido divertido como una chica de 21 años entraba en Cartier, Channel, Swarowski y demás pidiendo catálogos y mirando y probándose todo como si fuera a comprar algo. Los dependientes perdían el culo por atenderla. Y yo con mis bermudas, camiseta de tirantes, mochila y cámara en mano, preguntándome porqué a mi no me hacían la pelota.
Las vistas desde el mirador en lo alto de la colina que hay son brutales. Se puede ver toda la bahía plagada de torres y más torres allá donde mires. Me alojaba en una de esas torres, una de las pequeñas (20 pisos). Todo el edificio son guesthouses. Cada planta tenía unos 5 ó 6 con unas 30 habitaciones cada una. Calculad. Y como esos edificios hay decenas. Así que no fue muy difícil encontrar un sitio donde dormir en el centro.
Aquí los precios fijos no existen, tienes que entrar a preguntar y como no regatear para un buen precio. Qué cansino es eso. Con lo fácil que es poner precio, y si te gusta bien y si no pues a otro lado. Si compras algo siempre sales con la sensación de que podías haber rebajado más y que te están timando. Como le pasó a la chica esta, que vimos el iPad y le dije que era the best gadget ever y sólo por eso se lo pilló. Le tangaron de mala manera (pero qué envidia el aparatito…)
En fin, que pasear y más pasear por el centro mirando todo tipo de gadgets y artilugios electrónicos baratísimos, sacando fotos y preparándome para el vuelo a mi siguiente destino: Indonesia donde voy a tener compañía. Qué ganas!!
Para los que siguen intrigados en el truco de los panfletos, ahí va. Pues no se trata de arrugar nada (acaso alguien lo ha probado?), sino de hacer un semi-canuto para que el papel no se doble y entonces a modo de pala…..no hace falta que dé más detalles no?