Kyoto

Mi penúltima parada antes de llegar de nuevo a Tokyo fue Kyoto. Una ciudad en la que en cada esquina te encuentras un templo y en la que las geishas pasean por la calle con sus zapatos de madera como si nada. (Como si nada me refiero a los zapatos no al sólo hecho de pasear…deben ser comodísimos)

Tras más de 25 días en Japón, ya un poco cansado de ver templos y más templos, llegué a la ciudad de los mil templos. Cada templo tiene su historia pero como no me voy a leer ni estudiar cada templo al detalle (tampoco me acuerdo con mi memoria de pez), pues directamente hago la visita sin más información que la que te dan al pagar la entrada.

Hay un barrio especial en la ciudad que es el barrio de Gion donde las calles y la gente parecen aun del siglo pasado. Es aquí donde te encuentras Geishas paseando, las calles adoquinadas, los japos paseando a la gente con los rikshaws. (Por cierto, vaya piernacas tienen los japos estos que conducen los rikshaws). Mola pasear por allí…si no fuera por la constante lluvia que cayó durante los 3 días que estuve en Kyoto. No paró. La gente te dice que es cuando más bonita está la ciudad, los templos y los jardines…pero qué incómodo!! cámara, mochila, paraguas…prefiero solete, pasear tranquilamente sin preocuparme de mojarme o no.

A parte de templos estuve visitando varios jardines zen. Y no relajan nada. Todo mentira, lleno de peña matándose por hacer la mejor foto y colegios enteros gritando por todo el jardín. Igual para los jardineros sí les relaja…y es que quitan uno a uno y con las manos los pedacitos de césped y malas hierbas que no les gustan, agachados y concentrados en cada una de las hierbas que miran…en fin, buenísimo para la espalda. Qué manera de deslomarse! Y vi las famosas zamburguesas!! es aquí donde entrenaban!!

Y cerquita de Kyoto está Nara. Un poco más de lo mismo: templos y más templos y jardines zen guapísimos…con o sin zamburguesas…pero había un templo especial. Es el edificio de madera más grande del mundo en el que se encuentra el Buda más grande del mundo. La verdad es que impresiona ver esa pedazo de estatua delante tuyo con esa posición y esa medio-sonrisa que tiene la figura. En las fotos no parece tan grande, pero imaginaros un Buda de 15 metros de alto, con todo a proporción: tiene unas orejas de 2 metros y medio de largo y los ojos de un metro de alto. Telita con el Buda este. Es el único templo en que dejan hacer fotos dentro.

Pero lo mejor de Kyoto lo encontré en el hostal. En el baño. Abres la puerta y el wc detecta que vas a entrar y te sube la tapa! Flipaba. Y luego tiene un programador (aún me pregunto para que quieres programar un wc) con botones con los clásicos chorritos, calienta-tapa, aire calentito para secarte, tiraba de la cadena con un botón….y lo mejor los botones de subir y bajar la tapa!!! Mola la pantallita, en plan: Hora de la cagada 5:53pm, todo limpio, todo en orden, procese. Se acabó ese trabajo pesado de agacharse para levantar la tapa al mear. Porque luego hay que bajarla (por eso no la subimos). Estuve un rato jugando con el juguetito…Hasta pensé ponerlo en casa. Así que fui a mirar a un par de tiendas y uno de los baratitos valía 400 dólares, y además no se levantaba automáticamente la tapa. Pero es que eso de sentarte y que la tapa no esté helada….

p.d. no pude grabar la subida de tapa automática cuando te detecta al entrar porque…cómo lo grabo desde fuera? la opción era entrar, y quedarme un rato dentro quieto sin moverme hasta que no detectara movimiento y entonces al cabo de un rato…bueno ya me entendéis no? pero ya era demasiado friki quedarme encerrado en un wc japonés para esperar a grabar la tapa. Pero cómo mola!

Osaka

Podría haber llamado a esta entrada Osaka o mete,…, pero empezar ya con la nota de humor  me parecía demasiado cachondo. Ya en mi camino hacia el norte, de nuevo hacia Tokyo, desde Hiroshima paré en Osaka.

La ciudad es normalilla. No mata. Pero los japos que hay molan. No sé si es sólo aquí pero la gente viste de una manera especial. Os imagináis a un japo vestido de manera estrafalaria? pues aquí más. Y es que hay un barrio que se llama (o le llaman) Amerikamura, que está plagada de tiendas de ropa friki americana. Bueno americana y no americana, pero en definitiva, ropa de los años 80, con muchos colores y demás características de esa gran moda de los 80 (todo un tema a tratar…). Chaquetas de chandal, chalecos, camisetas de básquet antiguas, calcetines de rayas, hombreras, lentejuelas, bolsos de plástico…de todo y además bastante barato. Paseaba por ese barrio y la peña igualmente se me quedaba mirando..como si el raro fuera yo!! Tengo que apuntar que me sigo sintiendo el tipo más alto de Asia..En fin que pasé un rato divertido sentado en un banco viendo a la peña pasar vestida de mil maneras diferentes, a cual más estrafalaria.

También hay un barrio bastante conocido por sus luces de neón por la noche y sus tiendas abiertas hasta tarde. Dotombori. Las luces de neón son las de la peli Blade Runner. Os suenan? (y no vale mirar en google!!) Allí toooodo el mundo hace cola para hacerse la típica foto.

Fui a visitar un parque donde está el famoso castillo de Osaka. (Quien no lo conoce, eh?) El parque, como no está súper cuidado y hay bastante gente haciendo movidas para ganarse algunas perrillas. Que por cierto hay alguno que vaya máster!! Aquí en Japón es común que se te acerque gente sólo para hablar, para practicar inglés. te dice que está estudiando y bueno hablas 5 minutillos y listo. El otro día en el tren, iba leyendo y con mis cascos puestos y la de mi lado tras un rato intranquila porque no sabía como entablar conversación me suelta…are you busy?..pensé, es que no lo ves?…pero bueno, hablamos un ratillo hasta que se bajo del tren. La verdad es que en lugar de aprender inglés, aquí en Japón estoy desaprendiendo…

El caso es que se me acerca un tipo mientras estaba sentado mirando el castillo. Bueno, quería hablar inglés. La verdad es que no tenía ni idea de inglés, pero bueno nos entendimos un poco. Se emocionó cundo le dije que había ido a Sapporo y como él era de allí pues quiso hablar un rato más.

Me preguntó si sabía hacer las pajaritas de papel japonesas. le dije que si, y bueno estaba tan emocionado que sacó de su bolso dos papeles para enseñarme a hacer…estaba tan ilusionado que no le iba a hacer entender que ya sabía. Así que nada, ya me veis haciendo papiroflexia con un japo que no habla inglés. El tío se sorprendía de que me saliera tan bien (si es que no era la primera vez!!). En fin que al final me enseñó alguna figura más y cuando ya me cansé le dije que me piraba. El tío me coge de la pierna y me dice que espere y se saca de la bolsa caramelos. Uy, ya estamos! pensé. Se come uno y casi me obliga a comerme otro. Me pregunta que edad tengo y al decírselo me dice que parezco muuuuuchos menos, el japo flipaba (iba recién afeitado, claro me quito por lo menos por lo menos…15). Cuando empiezo a caminar veo que me sigue. Me pregunta que a dónde iba. Le dije que al hostal (paso de que se me acoplara), me dijo que estaba cerca de su hostal y tomaba el mismo metro que yo. Me fui pateando por no llevarlo acoplado diciéndole que me encanta caminar (ah si?). Al despedirnos se hizo una foto conmigo y se apuntó mi nombre en una libreta donde vi apuntados muchos más nombres, sólo de tios.

No voy a hacer ningún comentario a esta historia (de eso ya os encargaréis vosotros), voy a omitir detalles innecesarios pero vamos ya os podéis imaginar…ahora sí que podría acabar la entrada con eso de…Osaka o-mete?

6 meses

Hoy hace exactamente 6 meses que salí de Barcelona para empezar este viaje. 6 meses sin comer en casa, sin dormir en mi cama, sin ver a mi familia, sin trabajar, sin teléfono, sin ver a mis amigos, pero también sin muchas otras cosas que la verdad, cada día echo menos de menos: ver la tele, ver las noticias, leer el periódico, y muchísimas otras cosas que estando en casa se convierten en necesidad o rutina y que desde aquí al no tenerlas te acostumbras a eso, a no tenerlas y la verdad es que sigo igual de bien que cuando las tenía.  Y es que mi casa está en una maleta y un una mochila. Todo lo que necesito cabe ahí. No necesito nada más. Claro que muchas de esas cosas que no llevo me irían bien de vez en cuando, cosas que te hacen la vida más fácil y más cámoda, pero al final, como no puede ser de otra manera me las tengo que apañar.

6 meses en los que he recorrido muchísimos kilómetros, he conocido a mucha gente, y he visitado muchísimos lugares. Cada uno de ellos con algo especial.

6 meses en los que me quedan aún por recorrer muchos kilómetros, conocer a mucha más gente y visitar muchos más lugares.

La mitad de este viaje, muchas aventurillas, algunas de las cuales os dejo aquí escritas y muchas que me las guardo. Me las guardo para tener algo que explicar a mi vuelta y porque sino sería aún más palo leer el blog, no?

Espero que sigáis leyendo de vez en cuando lo que escribo. Es para vosotros, para los que quieren saber de vez en cuando cómo me va, o para los que simplemente pasan algún rato en el curro distrayéndose. Hay algunos que sé que se conectan cada día, otros que de vez en cuando, y otros muuuy de vez en cuando... Algunos escriben algún comentario, algunos me escriben algún mail, con algunos hablo con skype, otros me dejan mensajes en facebook. Me hacen mucha ilusión todos los mensajes. También hay otros que sé que aunque no me escriben siguen el viaje. A algunos les molan mis movidas frikis, otros les molan los sitios que visito, y otros les molan los chistes..(bueno,estos los que menos, ya). A todos, gracias. A veces cuesta escribir algo sin haber hecho nada espectacular. Y más con algún crítico a mi espalda que está vigilando sin cesar el nivel de mis aventurillas. Pero ya que algunos se interesan y se conectan para saber de mi, yo me acuerdo de vosotros y os cuento cómo me va.

Como podréis comprobar, de momento todo bien. Sin problemas, aprendiendo mucho y disfrutando cada día de dónde estoy y de lo que hago.

Hiroshima

Tras 17 horas de tren me planté en Hiroshima. Qué es lo primero que os viene a la cabeza? pues sí, todo está dedicado a la bomba atómica del año 45. Y la verdad no es para menos.

Estuve en el museo donde te explican con texto, fotos y objetos, muchísimos temas sobre las razones y repercusiones sobre el lanzamiento de la bomba. Te puedes pasar allí horas, la verdad. Yo estuve un par de horitas porque la verdad es que al final te entra mal cuerpo y todo. Fotos muy explícitas y objetos de personas que sufrieron directamente el ataque consiguen que te pongas en su piel.

La bomba explotó a bastante altura respecto el suelo y consiguió arrasar y quemar con el calor, todo en un radio de unos 4 km. Brutal, y sólo era calor y viento! Después vienen los efectos radioactivos y también te explican los efectos secundarios que miles de personas sufrieron, historias de personas que aun tienen secuelas…

La ciudad en si mola bastante, moderna y muy desarrollada si pensamos que sólo hace poco más de 50 años que quedó totalmente arrasada. Y es que se pusieron a currar como bestias para reconstruir la ciudad y en pocos años consiguieron “crear” de nuevo la ciudad entera. De esa antigua ciudad sólo se ha conservado lo que ahora es el A-bomb dome para que nunca nadie se olvide de las consecuencias que tienen ya no sólo este tipo de armas sino las guerras. Un edificio situado en el centro de la explosión y que al no ser de madera, sino de ladrillo, pudo soportar las altas temperaturas del aire que quemaron las casas de madera de casi toda la ciudad. Lo que hizo que se derrumbara parcialmente era el viento que llegó a superar los 400 km /h. En fin sobran las palabras…las fotos hablan por sí solas.

A pocos kilómetros del centro hay una islita, que es uno de los sitios más fotografiados de Japón. Se supone que antiguamente no se podía pisar la isla y solamente se podía pisar el tempo que hay construido en la orilla de “la playa”. Y para llegar a la isla sólo se podía llegar en barco pasando a través de una puerta (torii) de entrada al templo. Curiosamente las mareas hacen que haya horas en las que la puerta queda “flotando” en el agua y el mismo día cuando cambia la marea puedas incluso caminar por debajo de ella.

 

Como en esta isla puedes pasar todo el día, durante un par de horas subí hasta la cima de una montaña que hay donde decían que vistas decían que eran impresionantes. Tras ver cómo todo el mundo bajaba de la cima tan fresco y yo estaba destrozado subiendo, me pregunté si no hubiera sido mejor hacer como todo el mundo: subir el teleférico (pagando un par de euros) y bajar caminando. Pero era demasiado tarde ya. Acabé destrozado y sudando como nunca. Total, para llegar a la cima y no ver nada más que nubes!!! no se veía nada!…tanto esfuerzo para ver nubes… en fin es lo que tiene mi plan ahorro.

Y sabéis cual es el mejor neurólogo japonés? Suturo Tukoko!!! (me parto y me mondo…)

Shiretoko

Y mi última parada en la isla de Hokkaido ha sido el parque de Shiretoko. Está en una península al norte de la isla, y a unos cuanto kilómetros ya al norte está Rusia (bueno, unas islas rusas).

En invierno debe hacer un frío pelón, por aquí. Pillé un barco que te daba una vuelta para ver el parque desde el mar y vi fotos de ese mismo barco en invierno. Rompehielos. Casi nada.

Tenía pensado hacer un trekking de un día entero para subir al pico del parque y bajar. Pero mi decepción fue al llegar cuando me dijeron que sólo estaba abierto dos meses al año (en pleno verano), y ahora no. Vaya chasco. Bueno pero el paisaje vale la pena la verdad. Es una pasada.

Estuve caminando por el parque y pude ver algún zorro y ciervos a punta pala. Me faltó ver algún oso. Me hubiera cagado al verlo pero es muy común que te los encuentres por el camino. Hay advertencias por todos lados. Pero no tuve suerte. Quizás si me hubiera llevado un emparedado… En verano cuando el parque está abierto puedes caminar por dentro del parque pero no hay caminos marcados, así que te tienes que abrir paso tú mismo. No hay ni carreteras ni caminos ni nada por el estilo, es una zona súper protegida. Supongo que por eso aún puedes encontrarte a muchísimos animales si acampas por allí. En fin no fue mi caso.

Y de aquí del norte Hokkaido, directo hacia mi destino más meridional en Japón: Hiroshima. 17 horas del tirón en tren. Como viajaba de noche me preguntaron si quería asiento o no. Se ve que hay un vagón sin asientos pero con tatami donde te dan una sábana y ala! a dormir en el suelo…y yo pensé…donde haya un buen asiento reclinable….y si! ancho, cómodo, podía estirar las piernas…y paso de dormir en el suelo (otra vez) teniendo asientos. Lo malo es que no había tren directo y hay que hacer transbordo 4 veces. Y los transbordos son de minutos, que no te puedes empanar mucho en salir, buscar tu nuevo tren y meterte. Vamos que me despertaba como podía, medio sobao y con prisas encontré todos mis trenes y llegué a Hiroshima sin problemas. Unos cuantos kilómetros…Estos días nada especial que contar, mucho tren y mucho paisaje, mejor las fotos que enrollarme.

Y se acabó de momento eso de daros carnaza…seguiremos con los chistes:

¿Cómo se dice escaldadura vaginal en japonés?
Tesuda Tumiko (lo sé, no es lo mismo que verme en una foto haciendo el friki pero me he reído bastante ..)

Sapporo

Ya en Hokkaido, la isla del norte de Japón. Hokkaido suena muy japonés no? Bueno pues eso, con el tren crucé un estrecho que hay bajo tierra para pasar de una isla a otra. Primera parada: Sapporo.

Sapporo me gustó bastante. En cierta manera y salvando las diferencias, me recordó un poco a San Francisco. la gente más relajada, calles anchas(aunque aquí no son con pendiente), hay tranvías por la calle, poco tráfico…bien. Así que estuve visitando algunas zonas de la ciudad. Un reloj en una torre que hace 103 años que no deja de dar la hora ni un sólo segundo, un parque gigantesco (Moerenuma park) y guapísimo donde los japos van a pasar sus ratos libres, y donde dicen que la arquitectura se funde con la naturaleza…. (una buena excusa para plantar un edificio en un parque, porque la arquitectura no se “funde” con nada) y una ciudad antigua japonesa en Hokkaido. Esta última era una reproducción con los edificios más emblemáticos, un estilo Port aventura pero real. Aunque un fiasco. Lo que más me moló de esa reproducción fue el Museo: muchas fricadas. La nintendo, cassettes, la game boy, diskettes de 5 y cuarto, clásicos que muchos ni os acordáis de que existían, o ni los habréis visto. (Por cierto grabar cassettes no era piratería, no?)

 

Me hice el machito y como hacía sol salí en manga corta y un chubasquero por si llovía. No llovió pero estuve todo el día tiritando de frío, todo por no volver a subir a la habitación a por la chaqueta. Así que al llegar al hostal por la noche, me metí en el onsen del hostal y estuve casi 45 minutos. Un onsen es un baño japonés. Mini-duchas que te tienes que duchar sentado en un taburete de 15 cm de altura, jabón gratis y una macro-bañera a una temperatura que debía rondar los 50º. La bañera lo mejor….estaba sólo así que me sobé y todo ahí tumbado…lo peor el mareo de levantarte y salir de la bañera. Pero es que necesitaba un poco de relax!

 Como estuve un par de días, también fui a visitar el estadio de saltos de esquí. Un clásico en las mañanas de 1 de enero en las que llegas borracho a casa pensando que tú también podrías dedicarte a eso, convencido además. Pues ni de coña. Está muuuy alto y tiene muuucha pendiente. Para subir puedes tomar un telesilla (5 dólares) o a pata (gratis), sabéis cómo subí?…acabé destrozado, no parece tanto desde abajo… Está dentro de un parque guapísimo donde también hay un zoo famoso, además todo está lleno de flores floreciendo y por el aire flotando pétalos de las famosas cherry blossom japonesas. Mola.

 

Esto de sobar en todos lados sí que lo tienen estos japos. Se duermen en un milisegundo en cualquier lado. En el tren aprovechando cualquier parada, en el bus, en los bancos de los parques, en la sala de espera de la estación….no desaprovechan ni un momento para echar una cabezadita. No se caen, ni pierden el equilibrio, ni se desnucan. Y lo mejor es que se despiertan justa a tiempo para coger el tren o el bus, y como si nada, tan frescos. Ahora que lo pienso….yo también tengo esa cualidad (no sé si considerarlo como cualidad pero a mi me va bien), a ver si al final sí que voy a tener algo de japonés…bueno yo me despierto con tortícolis pero estoy empezando a pillarle en tranquillo.

Y os voy a presentar mi dieta: bowl de noodles a los que echando agua hirviendo que puedes servirte gratis en la caja de la tienda de turno, y bolas de arroz. Y ya has comido por menos de dos euros. Te regalan los palillos y todo y lo mejor de todo es que están ricos! Como dieta es una m***** pero sobrevivo.

Sendai – Matsushima – Tono

La siguiente parada hacia el norte fue Sendai. Me alojé en casa de un tipo de couchsurfing. Tela. Me dijo que quedáramos en la estación de tren. Pensaba que era pequeña y nos encontraríamos. Pues no. Era como quedar con alguien en la estación de Sants de Barcelona. Sin especificar ningún punto en concreto. Yo por no patear y buscar a un japonés que no me acordaba de cómo era en la foto, me senté y esperé a que alguien me reconociera. Al cabo de más de media hora me encontró.  Ya me veis conectando miradas con todos los japoneses de la estación como preguntando: eres tú?

El tipo resulta que no es japonés.. Es vietnamita! Es estudiante en Sendai y tiene un piso alquilado por 100 euros al mes. Qué barato! pensé. Llovía bastante y con mis bártulos y el mini-paraguas que me dejó, me estaba calando hasta los huesos. De camino a su casa paramos en varios sitios para comprar la cena que quería preparar, y yo cargado hasta los topes, destrozándome (más) la espalda. Compró birras y todo porque en mi perfil de couchsurfing pongo que me mola la birra. Que atento, no?. Tras casi una hora cagado con todos mis trastos  llegamos a su casa. Un drama. Un edificio gigante (de esos estilo hormiguera) con miles de puertas y vecinos. Todos vietnamitas. Era como una comunidad dentro de Sendai. Y cómo os imagináis un piso de estudiante vietnamita? pues era peor. Abre la puerta y salen dos cucarachas. Empezamos bien, con el asco que me dan…(bueno por lo menos salieron no entraron). Entro como puedo en un pasillo de medio metro de ancho que incluye una pica y un fogón y luego entro al salón-comedor-habitación-armario. Un cuadrado de 2,5 x 3 es donde vive el tipo este. Lo medí. Flipaba.

Mientras me duchaba (os podéis imaginar el tipo de ducha….) y me conectaba a internet en su casa, me preparó la cena. Una vez lista puso la mesa y me enseñó cómo comer lo que había preparado. Buenísimo, gambitas, pollo, arroz…y fresas de postre. Muy bueno, se lo curró. (Luego por la mañana desayunamos eso de nuevo…pero bueno es lo de menos) El tío súper atento en todo, me estuvo explicando los sitios de la zona que visitar (no mucho) y algunos consejillos para viajar en el norte de Japón. Flipaba con que me he pirado un año. Y flipó más cuando no tenia ni idea de los horarios de los trenes, simplemente iba a la estación y pilaba el primero que salía en dirección a la que quiero…y como sabes donde parar? y como sabes a que hora llegarás? y dónde dormirás? no entienden eso de ir improvisando.

Bueno y lo más cachondo es entender su inglés (o él el mío, no sé…): uok= work, walk, ip=if, as=hat, pipti=fifty, bus=but, sip=shrimp….y así un no parar de cosas que tenía que adivinar mientras iba hablándome. Pero como no…puse en práctica mi sonrisa paraguas, esa que sirve para contestar de todo. La estoy perfeccionando bastante aquí en Japón y es que eso de no saber qué te dicen…

Lo peor (a parte de comer sentado en el suelo sentado como un indio, que tiene tela) fue dormir. Me aseguré que no hubieran cucarachas cerca y cerré los ojos. Sobre el suelo. Esta vez sin futón ni nada. El suelo, yo y una manta. Podéis imaginar cómo anda mi espalda estos días. Me levanto hecho un 4, que me cuesta ponerme erguido y todo…. Y cuando el tipo me acompañó a la estación, me quiso regalar su paraguas…sólo me faltaba eso, además no era plegable ni nada!

 

Visité Matsushima, un lugar dicen que bonito…pero llovía a cántaros así que después de pasear casi una hora sin paraguas me volví a la estación y me fui en dirección a Tono.

Es un pueblo típico de cuento Japonés. Se supone que es donde nacen las fábulas Japonesas, de cunento. Muy tranquilo. Pero no paró de llover en los dos días que estuve allí. Así que pasé bastantes horas en el riokan que me alojé. El precio es como un hostal normal pero es todo estilo japo. Como no, dormí en un tatami, esta vez sobre un futón. Y en la habitación había un kimono. No me pude resistir y hacer un poco el japonés. Ya que quieren que duerma en el suelo, coma con palillos, entienda los wc automáticos, y coma arroz a todas horas…Por cierto me moló el kimono y me lo he agenciado. Pa la saca!  (He añadido esta foto para los que se quieran reír un buen rato…carnaza, carnaza)

En este hotel te daban de desayunar y cenar. Drama. No hablaban ni pizca de inglés y cada cosa que me querían decir iban a internet lo traducían y lo escribían en un papel. Pero lo que no me dijeron es cómo preparar la cena. Me encienden el fogoncillo de mi mesa y apáñate. No sabía qué había que comer crudo, qué cocinar, qué comer con la cuchara, con los palillos….así que empecé por el arroz (a lo fácil) hasta que alguien más se sentó a cenar y copié lo que hacía.

Y es que es un problema pedir algo que te tengas que preparar tú mismo en un sitio para comer que no hablen nada de inglés. No te dan instrucciones y tampoco te las dicen así que lo mejor es pedir algo que esté preparando el de al lado para cuando te lo traigan hacer lo mismo que ha hecho. Para no hacer mucho el pardillo, básicamente. Lo mejor los escaparates con comida plastificada. (Pero mira si son cutres que hasta las fotos de la carta son de la comida plastificada!!)

Y tan atentos como siempre estos japos, cuando salía del hotel llovía, así que la dueña me regaló un paraguas automático de esos guapos. No dije que no esta vez. Nunca se sabe y me puede venir bien estos días que llueve por aquí. No era plegable ni nada, pero pensé…Paraguas gratis? suena bien, no?

Nikko

En qué lugar del mundo te sientas en la taza del water y no sientes frío en las piernas? dónde sale un chorrito de agua para limpiarte después? Pues en Japón, dónde sino. Lástima que el artilugio que controla todo esto está en japonés. El primer día que me lo encontré empecé a tocar botones y no veas la que lié porque no sabía parar el chorrito ese. Que si más potencia que si menos, que si apunta a diferentes sitios…y claro, no te puedes levantar porque si no si que la lías parda. Imaginad la situación, curiosidad por ve3r cómo va ese water especial, toco algún botón y me arde el culo, toco otro y un chorrito de agua me limpia…cómo pararlo? se había vuelto loco, así que toqué más botones hasta que conseguí parar el trasto ese. Ya he aprendido dos símbolos más: On y Off. Básico.

Dejé Tokyo y mi primera parada ha sido Nikko. Parada obligada. Lleno de templos para visitar en un parque nacional que es una pasada. Y claro, los primero templos grandes que veía. Una pasón. Era domingo y preveía bastante gente así que fui prontito. Nada más comprar el ticket una japo se ofreció a hacerme una foto. Y claro, luego yo a ella. Y así es como pasé toda la mañana intentando hablar inglés con una japo que estaba estudiando inglés desde hace 5 meses. Un drama. Pero bueno por lo menos me traducía como podía las indicaciones y alguna explicación de los carteles, que sólo estaban en japonés.

Había varias escuelas visitando los templos y de nuevo me sentí el hombre más alto de la tierra. Ya os podéis imaginar el espectáculo. Decenas de japos haciéndome fotos (todos, claro, haciendo el signo de victoria). Incluso serví de ejercicio de inglés para algunos estudiantes (8 años, no os creáis). Me preguntaban cosas que ya tenían escritas y apuntaban mis respuestas. Después de eso, foto, por supuesto. Así que me pasé casi toda la mañana saludando a japos de 8 años con los que me había hecho fotos.

 

Incluso me hice una con la japo con la que visité los templos. Son la bomba, ya lo dije pero es que realmente lo son. Nos despedimos y nada, me agradeció la compañía y adiós muy buenas. Me preguntó si me gustaban los dulces. No entendí muy bien la pregunta. El caso es que por la tarde cuando paseaba por las calles de Nikko me la encontré otra vez, iba de camino a la estación para irse a casa y me regaló un paquete de dulces japoneses típicos de aquí (yoka). Son como gelatina hecha de de pasta de red beans. Me quedé flipando porque lo debía haber comprado para regalar a alguien y me los dio porque sí.

¿Cómo son los templos? muy limpios, sobretodo. Muy cuidados, llenos de detalles y colores por todos lados. Te hacen quitar los zapatos para entrar (no hay mejor sitio para enseñar mis tomates en los calcetines mugrientos que en Japón), y pones los zapatos en una especie de cajones que hay. Los míos como os podéis imaginar no cabían. Y luego la gente muy respetuosa, en silencio para pedir salud, suerte, y demás cosas al dios correspondiente. Aquí en Nikko también hay un puente muy famoso´, el puente Shinkyo. Típico. Sólo le faltaba la nieve y algún samurai por ahí cruzando.

 

Visité el palacio del emperador Tamozawa. Vaya choza. Se podía comer sobre la moqueta o el tatami. Todo súper cuidado, hasta el último detalle, con sus puertas de papel y madera, su pasillo que da al jardín exterior. Y claro, el jardín, sin una hoja en el suelo y todo cuidado hasta el último detalle.

Me hospedé en un hostal que hacía una semana que había abierto. Una pareja muy maja que te cuida como si estuvieras en su casa. Me enseñaron a cocinar un par de platos, me han enseñado alguna palabra más, y con su coche me llevaron a visitar un pueblecito cercano, a una granja típica japones y paseamos por el antiguo camino por donde los samuráis iban de Tokyo a los templos de Nikko.. Valió mucho la pena quedarme con ellos más de lo esperado. Pude hablar bastante con ellos sobre la zona, costumbres y cultura japonesas, detalles de su vida diaria... Espero que tengáis suerte con vuestro nuevo hostal!! sayonara y arigato!

 

Y ésta ha sido mi primera parada. Espero poder llegar a controlar la tapa mecánica del water, porque debe ser una pasada saberla utilizar. Eso sí, esto de dormir en un futón me está matando, y es que no soy japonés!

Tokyo

O debería decir konnichiwa? Bueno no sé si es así o solo para buenos días, pero suena Japo, no? Que estoy en Japón, vamos.

Salí de Hawaii en un avión de estos de dos pisos y me pusieron arriba. 66 asientos. 65 japos y yo. Para verlo. Yo a lo mío, mis cascos, mi libro, mi guía…hasta que nos sirvieron la comida. Noodles. Empezó el concierto! todos a sorber y a sorber sin parar….y es que según ellos dicen que saben diferentes si los sorbes. Y no es de mala educación, claro. Yo los cortaba con los dientes hasta que me quedó el final del bowl con trocitos pequeños. entonces entendí por qué los sorben!!! ni mejor sabor ni nada, es que con esos trocitos no hay quien los pille con los palillos!!!! ahí está el truco no cortarlos. Como nota curiosa, crucé la línea horaria del cambio de día, así que para mi no existió el día 3 de mayo. Pasé del 3 por la mañana (que pillé el avión), al 4 por la noche ya al llegar a Tokyo.

Había contactado ya con Ken, un tipo de couch surfing con el que me he quedado todos los días en Tokyo. Llegué a su minipiso, con su minipuerta, su minibaño…todo mini. Me quité los zapatos al entrar (me dejó unas minisandalias para estar por casa) y me instalé dentro de sus 25 m2. No tiene decoración ni trastos, ni sillas ni tele así que parece más grande de lo que es realmente. En una mesa pequeña bajita es donde come, lee, tiene el ordenador…y por supuesto a mi me está matando. No sentarse en una silla ni una vez al día! siempre en el suelo….y además eso de sentarse como ellos, con las piernas cruzadas….yo prefiero el típico recostamiento en el sofá de casa, mando en mano, baba cayendo y de fondo la tele (si puede ser el tour,mejor).

Duermo en su cuarto, pero no hay hamaca esta vez, tranquilos. El duerme en su cama y yo en el suelo. Si, si, en el suelo, porque ese colchón de 2 cm de grosor que tengo debajo no me sirve para nada. Pero claro, es gratis, no? y la compañía y lo que me enseña sobre la ciudad y algunos consejillos valen mucho la pena. Aunque la verdad, él es el japonés y duerme en cama, y a mime toca dormir a lo japonés en el suelo? Eso sí con almohada ergonómica eh?

Durante las primeras horas me sentí un poco como Bill Murray. No sabes leer nada, nadie te entiende en inglés, no entiendes ni una conversación, te miran bastante…muy raro todo. Pero te acostumbras. Son así estos japos. Ken me enseñó algunos truquillos para entender alguna cosa básica y entender algunos carteles. Así que puedo leer cosas como: salida, norte, sur, este, oeste, ramen (comida!!!), tokyo, yen, dia, mes, estación…y alguna cosilla más. Básico para orientarse con los carteles del metro y comer. El resto lo pone mi imaginación. Suerte que hay dibujitos por casi todos lados que te ayudan a imaginar lo que está poniendo, Y para pedir los platos es fácil: señalas en la carta el dibujito o los platos de comida plastificada en el escaparate y en menos de un minuto lo tienes calentito en la mesa cronometrado! Incluso hay sitios que pides fuera en una máquina (como si fuera vending) y al entrar, das los tiquets que te ha dado la máquina. No tienes ni que señalar ni hablar. Eso sí, muy pocas calles tienen nombre y claro, en la guía tampoco. El sentido de la orientación aquí es básico, saber ir hacia el norte, sur y no por el nombre de las calles…y también imaginación por supuesto porque eso de preguntar….imposible.

 

Como esta semana ha sido la Golden week, es fiesta y no curraba así que el primer día Ken me saó a visitar la ciudad. Estuvimos en el cruce más transitado de Japón (el típico que sale en todas las pelis), un parque donde va la peña a pasear, jugar a algún juego extraño, hacer algún pic-nic…a pasar el día de fiesta básicamente, y algún templo famosillo (coincidió que pudimos ver una boda tradicional japo).

Aún me quedan por visitar algunas zonas pero lo básico está hecho (mejor que explicarlo, las fotos). Además cuando marche de Japón lo hago desde Tokyo, así que tendré tiempo para dar otra vuelta por la ciudad. De momento, impresionante. TODO es tan diferente, que todo te sorprende. La forma de ser, de vestir (algunos sí, como los cómics), de comer, de divertirse…las indicaciones en las calles, los anuncios completamente llenos de colores hasta marear…estos japos son la bomba. Creo que me voy a divertir bastante. Hay muuuchas cosas que contar, pero tampoco es cuestión de contarlo todo y aburriros, no? quien quiera más detalles que pregunte…y para que no os aburráis:

Sabéis como se dice gasolina cara en japonés?….karosene takaro….buenísimo!!

Hawaii (Kaua’i)

La manera de viajar de isla a isla es en avión. Los vuelos son relativamente baratos y no hay ferrys ni nada parecido. Me fui de O’ahu a Kaua’i porque quería ver más islas y menos abarrotadas (como, la plaza…os acordáis? como estaba la plaza?, por cierto que grandes..qué se ha hecho del purga y el lintenna?).

En O’ahu hay buen transporte público y puedes ir a casi cualquier lado en bus, pero ya me decían que en el resto era peor. I tant!! es que aquí en Kaua’i si no es en coche no vas a ningún lado!! es transporte público va y viene desde Li’hue al aeropuerto y punto! Y no puedes llevar según qué dimensiones de maletas.

Plan ahorro en Hawaii: alquilar coche y vivir en él durante 5 días. Bfffff….otra vez dormir en coche y comer  atún con bimbo. Aún así el bimbo y atún son carísimos. La compra incluyó también un par de latas de melocotón en almíbar, unos noodles de estos rápidos y alguna barrita energética. Todo por supuesto el-más-barato. Os preguntaréis…y cómo hierves lo noodles, listillo? je, je pues está todo pensado. Resulta que tengo un calentador de agua para el té. Básicamente es una pequeña resistencia que se enchufa directamente y se sumerge en el agua para calentarla. Pues una vez acabada la lata de melocotón (vuelve a abrirla con la navaja, que repito, no es cosa fácil) y una vez limpia, sirve como recipiente para hervir el agua y meter los noodles. Habéis probado los noodles de pollo con sabor a melocotón? deliciosos. (Por cierto, ojo con tocar la lata mientras esta enchufada la resistencia porque te enrampas, que ya lo he probado varias veces y con el susto, el agua al suelo).

Conduje hasta la costa norte, hasta Hanalei, donde se han rodado escenas de Jurassic park, Lilo & Stitch, y varias más que no conozco…La verdad es que los paisajes en esta parte de la isla son increíbles, de peli. Os acordáis de Jurassic Park cuando llegan en helicóptero por primera vez? la costa? pues aquí es. Aquí, donde las aguas no están tan abarrotadas alquilé una tabla todo un día para pillar unas olas. No hay fotos, no me da tiempo a poner el trípode en la arena, poner el timer de la cámara y coger una ola. Imposible. Así que os lo imagináis (que seguro será más divertido). Mola, hasta que oyes a un tipo del que entiendes algo así como….squalo…coming….no mola no?, así que me salí inmediatamente y cambié de playa (llamadme cagado, si, y no no había huevos…para eso no).

Esa noche dormí del tirón (como un 4 en el asiento del coche), acabé destrozado, y no de pillar olas, sino de remar y remar y remar….y además ya sabéis que el sol cansa.

Un parentesis: es que esta frase me encanta: ‘el sol cansa’. Esto se suele decir cuando después de un día de hacer el perro en la playa sin hacer nada, te vas a casa y estas hecho polvo, como si te hubieran dado una paliza y rojo como un tomate. Te preguntas por qué estás taaaan cansado y te autoconvences de que aunque no has pegado ni sello en todo el día no eres un vago y dices…claro, estoy cansado porque ‘el sol cansa’…y te tiras en el sofá destrozado hasta que te vuelves a dormir. Qué mentira!!! lo que pasa es que lo que cansa es estar haciendo mucho rato lo mismo….incluso mucho rato haciendo nada cansa!! nada de que si el sol que si….nada! y estar cansado también cansa, por cierto. Ya está, cierro el paréntesis.

Pues eso, un par de visitas más a pueblecitos de la isla, playitas…y el Waimea Canyon (ya en el sur de la isla). La verdad es que paisajes de playas, palmeras, olas y relax, sobretodo eso (que el sol cansa, ya se sabe), no está mal.

Podía haber llamado la entrada algo así como: como pasar una semana en bañador y descalzo, porque eso es lo que he hecho. Ni chanclas, ni camiseta durante los días en O’ahu. Lo que sí hay, a parte de infinitas tablas de surf y verde por todos lados es lluvia. Cada tarde, la correspondiente lluvia (y yo aguantando el chaparrón en el coche con un calor infernal). No me extraña que esté todo taaaaan verde. Y es que en lugar de aceras tienen césped!! así cualquiera pasea descalzo por los pueblos.

He descubierto mi nueva comida ahorro, las salchichas enlatadas. Es un mundo, no os creáis. Aquí hay de todos los sabores, colores y tamaños. Y entre tanta variedad cuáles escoger? estilo viena? de pollo? de ternera? de cerdo? cortas? largas? finitas? gruesas? Fácil, no hay mucho que pensar: las-mas-baratas (seguro que alguno ha acertado…). Me he convertido en un experto en saber el precio de las cosas por unidad de peso o volumen. De esa manera se saca mayor rendimiento a la comida que voy comprando (vaya truco eh?, novísimo). Y siempre el que más cunda a menor precio. Dicen que en España tenemos cultura culinaria, comemos también por placer no sólo por necesidad, no? Pues creo que ya no sé que es eso de comer por placer, disfrutar de la comida, vamos. Lo que hago básicamente es llenar la panza para no pasar hambre y poco más.

Y para sorpresa de algunos…he visitado en persona a mi profesor on-line de harmónica. Me dio una clase en vivo en la playa. Con el Master!! Es un personaje peculiar, y la clase no estuvo mal, hasta probé con su guitarra a la vez, con el mítico aguanta-harmónica. Lo quiere colgar en la nueva web que está preparando, Que cómo descubrí al tipejo este? Fácil: freeharminicalessons.com y es que gratis o free, con cualquier palabra sigue quedando bien, eh? (Supongo que esto ya supera cualquier chiste que pueda contar hoy, no? vaya carnaza os acabo de soltar! lo sé... pero bueno, así os reis un poco)

La última noche ya me ha despertado una patrulla de policía con un foco de un millón de vatios de potencia y un hawaiano con una linterna apuntándome y diciéndome que era ilegal dormir en el coche. (Aún no entiendo muy bien por qué…) Le di un poco de pena diciendo que iba de camino al aeropuerto porque marchaba pronto y me entró un ataque de sueño. Le debí dar pena y me dijo que por esta vez estaba bien. No he dormido del todo mal estos días, empezaba a pillarle la posición…pero esta noche tengo cama! Sigo con mis noodles pero con cama. (Por cierto qué duro es seguir con mis noodles mientras la peña del hostal se mete los banquetes que se mete, creo que ya me alimento con sólo oler las cosas…).

Como cosa curiosa, aquí en lugar de palomas tienen gallos, gallinas y pollos. Por todos lados, salvajes. Y el mito de que cantan al amanecer es mentira!!! Cantan a todas horas, incluso durante la noche, Y mientras comes se te acercan para ver si les das algo, y con ese pico y su velocidad (porque qué rápidas son!) no dejan miguita en el suelo. Y ya estoy harto de que me despierten a cada momento durante la noche.

Para mi presupuesto diario, esto de Hawaii se me escapa, así que mañana me piro. No es cuestión de ir pensando en todo momento en el precio de las salchichas más baratas y dormir más en coches. Eso también cansa (a parte del sol, claro).

Y pensando en una frase que también me gusta (aunque no venga a cuento…): sabéis cómo echar a alguien de casa? una visita que no se va de casa ni haciendo palanca? es fácil, mientras simulas un bostezo medio reclinado, estira tus brazos hacia arriba como si estuvieras estirando los múscules y dices…bueeeeno!… (no es una frase, solo una palabra, pero funciona). O se queda a dormir en casa o se pira, no falla.

Hawaii (O’ahu)

Aloha a tod@s!!! Finalmente ando ya por tierras Hawaianas. Aterricé en Honolulu y me quedé un par de días allí para visitar la ciudad y hacer un trekking de medio día.

A la llegada no, no me colgaron el collar de flores. Sé que muchos os lo estaréis preguntando. Para ellos el tema este de las flores (Leis) es más espiritual que un souvenir. Aunque por supuesto como buenos americanos venden de todo tipo, y en todos los sitios, claro. El caso es que sólo si te hospedas en hoteles grandes y te vienen a recoger te los ponen. A mi ni me esperaba nadie, ni el hotel es grande. Es un hostal. El único baratillo de la isla de O’ahu.

Aterricé y todos los trabajadores de todos lados llevaban calada la camisa de flores. A cual mas hortera. Todos con sus shorts y sandalias. Y las chicas traje de flores y flor en la cabeza. (Si, de peli). Al final te acaban gustando estos estampados, todo el mundo los lleva y te acostumbras. Hasta los muñequitos de chico / chica de los carteles de los baños llevan la camisita esta.

Llegué a Waikiki y allí todo el mundo desprendía rollete. A cada momento veía un tipo o tipa descalzo y en bañador con su tabla bajo el brazo de camino a la playa o ya de camino a casa. Todos morenazos y cachas. Y alguno también que iba o venía con la tabla pero en el skate, en la moto, en la bici, y por supuesto en los coches. Aquí si tu coche no es una ranchera y tiene al menos 4 tablas detrás no eres nadie. la ciudad en si no tiene mucho, un par de centros comerciales, muchas tiendas para comprar y muchos hoteles caros.

La playa…pequeñita, la mítica playa de Waikiki es enana!! De hecho cada año el agua se “come” más de medio metro de arena y tienen que importarla de Australia, China y algún otro lugar… falso, vamos. Y el agua llena de peña con tabla dándose codazos por pillar una ola. Parecía imposible poder pillar una ola allí con tanta gente metida!! Así que ese no iba a ser mi estreno en aguas Hawaiianas porque igual abría la cabeza a alguien.

Como casi siempre fui al súper a comprar para cocinar en el hostal. Qué caro!!! Això no m’ho puc permitir, no? pensé. Mucho más caro que California y por supuesto que Barcelona. Hablando con un tipo de allí me dijo que ellos tienen otros precios de los que pagamos los turistas. Para todo pagan menos.

Empecé a pensar en cómo empezar a rebajar los gastos aquí… así que me fui a hacer el trekking de medio día (que es gratis). Las vistas impresionantes. Todo verde, verde, verde y muy muy muy denso y cuando acaba lo verde, una playa y el agua cristalina. La caminata fue de escándalo pero como casi siempre en estos casos, valió la pena. Por todos lados, mirara por donde mirara. Hasta se veía Pearl Harbour desde la cima… (lo que debía estar pensando el japo que lo vio desde el aire…qué bonito?)

En esta isla poco más, quiero visitar el resto los últimos días que esté en Hawaii antes de volar hacia Asia. De momento la primera impresión es de…cómo mola, pero qué caro!! ya veremos como me lo monto…