Después de 17 horas de viaje en bus desde Buenos Aires a Puerto Iguazú, llegamos hace dos días aquí. El bus de coña, cenita, dormir semitumbado (yo con las patas estiradas!!) desayuno y llegada: volando. El primer día de relax total: Barça-Madrid con birra en mano dentro de la piscina con el sol torrándome. No está mal eh?
Aquí en Puerto Iguazú nos hemos encontrado con dos amigos de Karlos y Tania y estaremos unos días juntos. Diego y Cristina, una pareja que se ha dedicado el último año a temas relacionados con ONG por Bolivia y Perú y ahora estarán 8 mesecitos por Suramérica y Centroamérica viajando mientras colaboran en algún proyecto en ONGs.
Hoy hemos estado en el parque Brasileño de Iguazú. Impresionante, las fotos lo dicen todo, están en este link. Hemos tenido que cruzar la frontera a Brasil en bus para visitar el parque brasileño. Este parque tiene dos partes la brasileña donde hemos estado hoy y la Argentina (mañana). Desde la parte brasileña se ve la argentina (la más impresionante) y desde la parte Argentina hay varios paseos por el parque y pasarelas sobre las que cruzar las cataratas. Unos (argentinos) dicen que tienen la mejor parte del parque natural (pero claro no tan buenas vistas) y los otros (brasileños) que desde su parte se ve la mejor parte del parque. Todos te venden su excursión pero la verdad es que todo es una pasada. Es tanta la fuerza con la que cae el agua que desde la pasarela Brasileña sales como recién salido de la ducha, pero con este calor se agradece. Y durante el camino las mariposas van revoloteando alrededor y se te posan y todo. Mola.
Esta noche..asadito, ese Karlos nos prepara una buena tira, chorizitos y chinchulín. Como siempra acompañado por una buena cerveza bien fresca.
El pueblo de Puerto Iguazú sin nada especial. Casi todo listo para las visitas y excursiones a las cataratas, mucho calor, mucha humedad y bastante fiesta el fin de semana. Por cierto que ayer probé el Fernet con coca-cola, un trago amarguísimo que a los argentinos se ve que les gusta. No soy Argentino, vaya 14 pesos mas mal gastados. Pero no me podía ir de Argentina sin probarlo, ya está hecho, creo que nunca más.
El resto todo bien, adaptándome al ritmo latino, ayer pedí una almohada para dormir y hoy aún la espero…ritmo latino amigo!